El
pueblo mexicano vive en sismo permanente. Enorme movimiento telúrico ha sido la
expulsión de su trabajo de millones de mexicanas y mexicanos. ¿No fue acaso un
trepidante terremoto la pérdida de sus tierras de masas de campesinas y
campesinos que han tenido que abandonar el país en búsqueda de lo que aquí se
les ha privado? Fue sismo el gasolinazo
como lo ha sido el sistemático empeoramiento de las condiciones de vida que ha
refundido en la miseria absoluta a la mayoría de nuestra población. Lo fue y lo
sigue siendo la política gubernamental de entrega del patrimonio nacional a las
grandes empresas transnacionales; el permanente incremento de los precios de
los productos de primera necesidad; las desapariciones forzadas, la tortura
como método estatal de inculpar y acallar a los que considera sus opositores.
Son un sismo la casa blanca, los
millones que Obedrecht entregó al gobierno vía el entonces Director de Pemex,
las falsas licitaciones para entregar
millones de pesos a grandes empresarios de la construcción (todos compadres del
jefe del Estado), el feminicidio, las narcolimosnas, la pederastia. Un sismo es
el fraude electoral como método de “derrotar” a los adversarios en los procesos
electorales.
En
fin, todo lo que toca el régimen priista-panista-perredista y demás partidos
comparsa constituye un sismo permanente para el pueblo; el sismo histórico que
prevalecerá mientras este país siga conducido política-estatal, económica,
culturalmente por quienes después de asesinar a los Flores Magón, a Zapata, a
Villa se hicieron del Estado, fundaron el partido de los mil fraudes (el abuelo del PRI y de los organismos que hoy le
sustentan) y hoy usan las desgracias del pueblo para hacer negocios, para
promoverse políticamente, para mostrar su cinismo y su desvergüenza.
El
pueblo mexicano debe revertir la situación. Es hora ya de que el sismo lo
sufran esos vendepatrias; es hora ya de que en México tenga lugar un enorme
terremoto producido por un levantamiento popular civil pacífico que arroje del
gobierno, de todo el mecanismo estatal a los peñanieto y sus gobiernos corruptos y corruptores, a los salinas, a los Slim y demás multibillonarios y multimillonarios que ruegan a todos
sus dioses para que esta tierra nunca deje de temblar para que el pueblo se
llene de terror, de inseguridad, de desaliento.
Pero, al igual que
en otras desgracias “naturales”, amplios sectores de este pueblo que ya se
rebela muestran y demuestran que ya no están dispuestos a callar su rabia, que
ya han decidido cambiar esta vida priista-panista-perredista y partidos
comparsa, que es una vida de muerte. Se expresa en la pedrada a Osorio Chong, en los gritos de repudio a
Peña Nieto, en la negativa a entregar a instancias gubernamentales los víveres
recolectados y donados, se expresa en la certeza del pueblo de que una vez más
el pueblo cae en mayor desgracia para que los grandes negocios prosperen.
¡¡Que
este nuevo sismo sea la oportunidad para unirse en la lucha por derrocar al
gobierno que vive de los sismos, hoy encabezado por Enrique Peña Nieto y su mal
gobierno!!
¡¡Juntemos esfuerzos
y voluntades para organizar la gran fuerza proletario-popular que, como un solo
puño, haga temblar la tierra de esos priistas-panistas-perredistas y partidos
comparsa, y los saque definitivamente de la conducción de nuestro país!!
¡¡Viva
el pueblo mexicano que hoy, una vez más, ante la nueva desgracia, se muestra
hermosamente solidario, firmemente fraterno, hermanado entre sí, revelando que
más temprano que tarde habrá de rebelarse en el gran levantamiento popular que
ponga fin a las eternas adversidades, desdichas y desamparos que vienen de los peñanieto y de los grandes
negociantes anti-mexicanos!!
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